
Resumidamente, la autoestima consiste en la valoración que hacemos de nosotros mismos. Si
nos valoramos positivamente, decimos que tenemos buena autoestima; si la valoración resulta
negativa, nuestra autoestima será baja. Tener una buena autoestima es fundamental no sólo para sentirnos bien con nosotros mismos; las personas con baja autoestima tienden a evitar
situaciones o proyectos por considerarse incapaces de afrontarlos. Alternativamente, un nivel de autoestima correcto, así como un adecuado conocimiento de nuestras propias capacidades (es fundamental conocerse a uno mismo), nos ayudarán a abordar metas realistas y alcanzables.
Algunos de los síntomas que pueden advertirte de que tienes baja autoestima son falta de
seguridad en ti mismo, dejar las cosas para otro día (procrastinar), ver a los demás como
superiores a ti o necesitar su aprobación para casi todo, experimentar dificultar para tomar
decisiones… Si crees que te pasan cosas así o parecidas, no dudes en venir a verme.